En pleno centro de Madrid se encuentra la casa que fue construida en 1911 para ser residencia del pintor valenciano Joaquín Sorolla y donde vivió hasta su muerte en 1923. Tanto la casa como la colección que hay en su interior, fueron donadas por la mujer del pintor, Clotilde García, al Estado español en 1925. En la visita recorremos la zona de trabajo del pintor, así como las dependencias donde transcurría su vida familiar. A lo largo de todas las salas podemos admirar la evolución en la pintura de este pintor que vivió entre 1863 y 1923. Es una amplia colección, en su mayoría de carácter personal: retratos familiares, bocetos, estudios, etc. Por muy desconocido que este pintor sea para el visitante, siempre queda un recuerdo sumamente agradable tras haber visitado su casa-museo.
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